lunes, 19 de marzo de 2012

Sociología






                                            Un poco sobre la LIQUIDEZ CONTEMPORÁNEA                             


Toda la obra de Zygmunt Bauman gira directa o indirectamente en torno a la cuestión de si la moral es una especificidad humana o si es un producto social; y, consiguientemente, de la necesidad y utilidad de escribir sociología desde un punto de vista crítico. Pruebas de tal recorrido son obras como Modernidad y Holocausto; Teoría, Cultura y Sociedad o Ética Posmoderna. La publicación de Modernidad Líquida hace ocho años supuso, sin embargo, un cambio epistemológico en su obra, forjando un concepto potente como del de la “modernidad líquida” para sustituir al más confuso concepto de “posmodernismo”. Tras ella, vendrían otras como Amor Líquido (directamente relacionada a la idea de la fragilidad de los vínculos humanos y de las relaciones de interdependencia incondicional en nuestro incierto tiempo) y más recientemente Miedo Líquido y Tiempos Líquidos (básicamente, sobre las fuentes de incertidumbre y de miedo en la nueva era líquida). Ambas profundizan en diversos planteamientos ya lanzados en Modernidad Líquida y que, al verse reflejados en numerosos acontecimientos de los últimos años, han adquirido cierto sentido histórico y confieren mayor urgencia a las conclusiones que de ellos necesariamente se obtienen.

Zygmunt Bauman asume en cierto modo el papel de profeta cuando señala con el dedo, incisivamente y contra el paradigma científico dominante, el curso del devenir histórico del planeta, inmerso en un proceso de globalización puramente negativa ante el cual el pensamiento tanto liberal como crítico resultan analíticamente inútiles y moralmente estériles. Se trata, en última instancia, de “concebir” intelectualmente la presencia humana en la Tierra como la negación de la autodestrucción; tomar conciencia del origen del dolor en el mundo global y dar algunos pasos si es posible en el largo y tortuoso camino hacia su erradicación. Y por tanto del papel que puede y debe jugar la sociología en dicho proceso. Bauman nos recuerda una y otra vez las palabras de Adorno respecto de la emancipación humana y reivindica la resistencia frente a una industria cultural aplastante que además parece satisfacer a un número de individuos mayor que nunca. Sin embargo, Bauman advierte que sacar a la luz las contradicciones no significa que éstas se resuelvan. Se postula entonces como esencial la capacidad de la sociología para dar el primer paso, empezar a descubrir la compleja red de vínculos causales entre los dolores sufridos individualmente y las condiciones generadas colectivamente.


A continuación encontrarás algunas de sus obras, espero las disfrutes.






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