Ahondando más en la evaluación
Hablar de evaluación siempre será algo álgido pues como lo mencioné en el post anterior sobre el mismo tema, en cada se pronuncia esta palabra suele dársele una connotación negativa, de simple medición. No obstante, a la evaluación que me referiré es aquella que se equipara con la valoración, en la cual se reconocen procesos, necesidades pero sobre todo saberes que son particulares, ya que cada sujetos es un ser único.
Te invito a que veas el siguiente vídeo en el que se explica la diferencia entre medir y evaluar, dos elementos que hacen que la praxis educativa se inscriba en una corriente o enfoque en particular: el conductismo o el constructivismo.
Teniendo en cuenta las características mencionadas en el vídeo, de nuevo veo y reafirmo que todo acto educativo más que medir lo que debe hacer es valorar, ya que es por medio de ésta los sujetos pueden construir conocimientos de manera más autónoma y significativa, pues los sujetos son quienes se cuestionan sobre su proceso de aprendizaje.
De esta manera, lo más importante no es una nota que mide y encasille a los sujetos sino que lo importante radica en la toma de conciencia que éstos generan al ser dueños de sus procesos educativos, que si bien, pueden estar orientados por un docente, la misión de aprender debe partir de la necesidad individual y no de una imposición social.
1 comentarios:
Cuando un estudiante logra visualizar sus potencialidades y debilidades frente a una competencia dada por medio de una evaluación realizada, es una situación bastante gratificante para uno como docente y para el estudiante ya que puede replantear sus maneras de abordar una situación y realizar procesos de metaaprendizaje
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